Nos ha parecido interesante incluir en nuestro blog un comentario con referencia a nuevas adicciones que han ido surgiendo a lo largo de las últimas décadas como consecuencia de la presencia masiva y reciente en nuestra sociedad del uso de tecnologías como internet, videojuegos, móvil, etc. desde el punto de vista de la psicología.
Ha habido cierta controversita al respecto, sobre todo en relación al uso, a veces, desmedido que hacen los adolescentes y jóvenes de estas nuevas tecnologías. Por lo tanto, la comunidad psicológica ha comenzado a plantearse la posibilidad de incluir estas nuevas adicciones en los manuales de psicopatología, ya que, como se afirma en un artículo desde el colegio oficial de psicólogos (http://www.infocop.es/): “lo cierto es que este tipo de comportamiento adictivo vinculado a las nuevas tecnologías sigue un patrón muy similar al de otras conductas adictivas, en las que una actividad en principio inofensiva se convierte en un hábito que el sujeto no puede controlar y que llega a interferir gravemente en su vida.”
La Organización Mundial de la Salud estima que una de 1 de cada 4 personas en el mundo sufre trastornos de conducta relacionados con las nuevas adicciones. En Estados Unidos, la doctora Kimberley Young, de la Universidad de Pittsburg, afirma que entre el 5% y el 10% de los cibernautas podría haber desarrollado una adicción de esta naturaleza.
Además, en España se ha detectado un aumento de consultas relacionadas con adicciones a nuevas tecnologías en centros que tratan otras conductas adictivas. Como consecuencia, podemos ver como diferentes organismos se han puesto en marcha para combatir en la medida de lo posible el incremento de estas adicciones. Por ejemplo, el colegio oficial de psicólogos de Las Palmas de Gran Canaria ha creado un proyecto para la prevención de la adicción a las nuevas tecnologías en jóvenes que podéis consultar aquí http://www.coplaspalmas.org/07biblio/drogod/drogo13.pdf. Principalmente, propone charlas en diferentes institutos de educación secundaria con una serie de objetivos, entre los que se encuentra el hecho de que los jóvenes puedan comprender la diferencia entre uso, abuso y adicción, que puedan ver las ventajas y los inconvenientes de las nuevas tecnologías, etc.
En el caso de internet, por ejemplo, algunos psicólogos declaran que Los efectos negativos de la adicción a Internet se manifiestan en el ámbito familiar, académico y profesional de la persona. El adicto a Internet se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de su vida. Uno de los principales efectos físicos negativos de esta adicción es la falta de sueño que se produce por la incapacidad de la persona a cortar la conexión, permaneciendo despierta hasta altas horas de la madrugada, lo cual produce fatiga, debilitación del sistema inmunitario y un deterioro de su salud. En la actualidad, existen instrumentos de evaluación y técnicas de tratamiento, que permiten lograr superar con éxito la adicción a Internet.
Ha habido cierta controversita al respecto, sobre todo en relación al uso, a veces, desmedido que hacen los adolescentes y jóvenes de estas nuevas tecnologías. Por lo tanto, la comunidad psicológica ha comenzado a plantearse la posibilidad de incluir estas nuevas adicciones en los manuales de psicopatología, ya que, como se afirma en un artículo desde el colegio oficial de psicólogos (http://www.infocop.es/): “lo cierto es que este tipo de comportamiento adictivo vinculado a las nuevas tecnologías sigue un patrón muy similar al de otras conductas adictivas, en las que una actividad en principio inofensiva se convierte en un hábito que el sujeto no puede controlar y que llega a interferir gravemente en su vida.”
La Organización Mundial de la Salud estima que una de 1 de cada 4 personas en el mundo sufre trastornos de conducta relacionados con las nuevas adicciones. En Estados Unidos, la doctora Kimberley Young, de la Universidad de Pittsburg, afirma que entre el 5% y el 10% de los cibernautas podría haber desarrollado una adicción de esta naturaleza.
Además, en España se ha detectado un aumento de consultas relacionadas con adicciones a nuevas tecnologías en centros que tratan otras conductas adictivas. Como consecuencia, podemos ver como diferentes organismos se han puesto en marcha para combatir en la medida de lo posible el incremento de estas adicciones. Por ejemplo, el colegio oficial de psicólogos de Las Palmas de Gran Canaria ha creado un proyecto para la prevención de la adicción a las nuevas tecnologías en jóvenes que podéis consultar aquí http://www.coplaspalmas.org/07biblio/drogod/drogo13.pdf. Principalmente, propone charlas en diferentes institutos de educación secundaria con una serie de objetivos, entre los que se encuentra el hecho de que los jóvenes puedan comprender la diferencia entre uso, abuso y adicción, que puedan ver las ventajas y los inconvenientes de las nuevas tecnologías, etc.
En el caso de internet, por ejemplo, algunos psicólogos declaran que Los efectos negativos de la adicción a Internet se manifiestan en el ámbito familiar, académico y profesional de la persona. El adicto a Internet se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de su vida. Uno de los principales efectos físicos negativos de esta adicción es la falta de sueño que se produce por la incapacidad de la persona a cortar la conexión, permaneciendo despierta hasta altas horas de la madrugada, lo cual produce fatiga, debilitación del sistema inmunitario y un deterioro de su salud. En la actualidad, existen instrumentos de evaluación y técnicas de tratamiento, que permiten lograr superar con éxito la adicción a Internet.
